SAN DIEGO — Hace unos 31 años, Michael Pham comenzó su camino vocacional en la Diócesis de San Diego, un recorrido que alcanzará su punto culminante el próximo 17 de julio. Día en que será instalado como el séptimo obispo de la diócesis.
“Es una noticia maravillosa para mí poder quedarme en mi diócesis de origen,” dijo durante una conferencia de prensa el 22 de mayo, cuando se anunció su nombramiento por el Papa León XIV. “He servido al Pueblo de Dios como sacerdote y como obispo auxiliar, y ahora seré su obispo”.
La Misa de instalación, la cual será transmitida en vivo, se celebrará en la Parroquia de Santa Teresa de Carmel a la 1 p.m.
Un día antes el obispo Pham, celebrará Misa y almorzará con el personal del Centro Pastoral Diocesano.
La tarde del 16 de julio, tomará posesión formal de la Catedral de San José. Como marca la tradición, golpeará la puerta principal cerrada con un mazo antes de ser recibido por el rector, el padre Peter Navarra. Al ingresar, el obispo besará un crucifijo, bendecirá a los presentes con agua bendita y presidirá las Vísperas —la Oración de la Tarde— acompañado por los sacerdotes de la diócesis.
Al día siguiente, en la Parroquia de Santa Teresa del Carmel, el obispo Pham será instalado como obispo por el arzobispo José H. Gomez de Los Ángeles. Será el primer obispo vietnamita-estadounidense en presidir una diócesis en Estados Unidos.
Noreen McInnes, directora de la Oficina Diocesana de Liturgia y Espiritualidad, indicó que se espera la asistencia de unos 20 obispos, entre ellos el cardenal Robert W. McElroy, arzobispo de Washington y predecesor inmediato del obispo Pham en la Diócesis de San Diego; el obispo John Dolan, de la Diócesis de Phoenix y ex obispo auxiliar de San Diego; y el cardenal Roger Mahony, arzobispo emérito de Los Ángeles.
Al inicio de la liturgia, el cardenal Christophe Pierre, nuncio apostólico en los Estados Unidos, leerá el mandato apostólico emitido por la Santa Sede que nombra al obispo Pham como nuevo pastor de la Diócesis de San Diego. A continuación, el documento será presentado formalmente a la canciller, Marioly Galván; al Colegio de Consultores, un órgano diocesano integrado por los obispos auxiliares y ocho sacerdotes que asisten al obispo en el gobierno de la diócesis, y, finalmente, a toda la asamblea.
A continuación, el arzobispo Gómez y el cardenal Pierre acompañarán al obispo Pham hasta su silla, simbolizando que ha tomado su lugar como obispo diocesano, mientras la asamblea lo acompaña con aplausos. El nuevo obispo será recibido por representantes de varios grupos de la Iglesia local, incluyendo algunas de las comunidades culturales y el diaconado permanente.
El obispo Pham, de 58 años, ha fungido como administrador diocesano desde el 17 de marzo.
Nuevo Comienzo
Pham es el primer obispo vietnamita-estadounidense en encabezar una diócesis en Estados Unidos. Nació en Da Nang, Vietnam, y junto con su familia huyó del gobierno comunista en su país natal. Vivió en un campo de refugiados antes de ser reasentado en Estados Unidos, llegando a San Diego en 1985.
El obispo Pham ingresó al seminario en 1994 y fue ordenado sacerdote para la Diócesis de San Diego el 25 de junio de 1999.
Ha servido como vicario parroquial en Santa María, Estrella del Mar, en Oceanside; como director de vocaciones sacerdotales; y como párroco en las parroquias de la Sagrada Familia, en Linda Vista; Santa Teresa, en Del Cerro; y El Buen Pastor, en Mira Mesa.
Ha desempeñado los cargos de vicario para el clero; vicario para las comunidades étnicas e interculturales —un rol en el que desarrolló la Misa multilingüe de Pentecostés para Todos los Pueblos, celebrada anualmente desde 2018—; y vicario general de la diócesis, puesto que lo autorizaba a actuar como representante del obispo en la administración diocesana.
Fue nombrado obispo auxiliar de San Diego el 6 de junio de 2023 y consagrado obispo el 28 de septiembre de 2023.
El monseñor Steve Callahan, sacerdote de la Diócesis de San Diego desde 1987, se desempeñó como administrador diocesano tras el fallecimiento del obispo Cirilo Flores en 2014. Durante una entrevista, explicó el papel de un obispo en la Iglesia católica.
La palabra “obispo”, dijo, proviene del griego episkopos, que significa “supervisor” o “vigilante”.
“Un obispo supervisa la misión de toda la diócesis en sus tres funciones principales: enseñar, santificar y gobernar o pastorear”, afirmó.
Teológicamente, explicó que los obispos poseen “la plenitud del sacerdocio”, mientras que los sacerdotes de su diócesis tienen “una participación en ese ministerio del obispo”. Comparó esta relación con la que existe entre el colegio de obispos a nivel mundial —quienes representan a “los sucesores de los Apóstoles”— y el Papa, sucesor de San Pedro, como su cabeza.
Oportunidades y Retos
Al obispo Pham se le ha confiado una diócesis que abarca 8 mil 852 millas cuadradas e incluye tanto el condado de San Diego como el de Imperial. Esta diócesis alberga 96 parroquias, 41 escuelas primarias católicas y siete escuelas secundarias. Para quienes desean conocer la visión del obispo Pham para la diócesis, McInnes sugirió que solo tienen que reflexionar sobre “el ministerio que el obispo Pham ha llevado a lo largo de su vida como sacerdote”.
“Eso dice mucho”, afirmó. “Lo conocemos”.
El obispo Pham habla con frecuencia sobre la necesidad de unidad en la Iglesia, sobre la importancia de que personas de todos los ámbitos de la vida se unan para vivir el Evangelio, sin importar la edad ni el origen cultural.
Tanto como sacerdote como en su papel de obispo auxiliar, “el Espíritu Santo lo ha estado llamando a servir a personas de todas las culturas”, dijo McInnes.
El monseñor Callahan reflexionó sobre algunos de los retos y oportunidades que enfrenta el nuevo obispo.
“Creo que todavía estamos recuperándonos de los efectos del COVID”, dijo, señalando que la Parroquia de Santa Brígida en Pacific Beach, donde él es párroco, sigue teniendo una asistencia a Misa un 20 por ciento menor en comparación con los números previos a la pandemia.
“La mayoría de las personas han retomado una práctica activa a través de la Eucaristía dominical,” comentó, “pero hay un número significativo que no lo ha hecho”.
El Monseñor afirmó que la labor pastoral con jóvenes y adultos jóvenes sigue siendo “un reto constante”. Y aunque la “dimensión multicultural” de la diócesis es “un regalo”, también dijo: “Eso también trae desafíos… en cuanto a cómo integrar las distintas culturas en la vida parroquial”.
“Además,” agregó, “la manifestación más reciente de tensión en torno al tema de la inmigración, y la ansiedad que eso genera en muchas de nuestras personas,” representa otro desafío más.
El obispo Pham coincide en que la inmigración será uno de “los principales retos al asumir el liderazgo de nuestra diócesis después de la instalación”.
“Ya que somos seres humanos creados a imagen y semejanza de Dios,” señaló, “creemos que todos tenemos dignidad y valor”.
“Estamos llamados a tratarnos unos a otros con respeto y compasión,” agregó. “Esto, sin embargo, puede convertirse en una oportunidad para demostrar que podemos vivir juntos en armonía y paz, sin importar nacionalidad, etnia o idioma”.
“Podemos mostrar la riqueza de nuestras culturas, tradiciones y celebraciones con belleza y vitalidad”, dijo. “Podemos mostrar bondad y caridad los unos con los otros”.