SAN DIEGO — Siete hombres serán ordenados al diaconado permanente el sábado 24 de mayo en la Parroquia Santa Teresa de Carmel, en Carmel Valley.
Ronald Jay Esteban Aquino, Robert Michael Ehnow, José Ramón García, Thomas Gerald Kelly, Miguel Madera, Matthew David Murray Rifat y James Thomas Rizzotto son los futuros diáconos.
La ordenación al diaconado permanente es precedida por un proceso de cinco años que incluye un año de aspirantado, un período de profundo discernimiento y cuatro años de formación.
La Misa de ordenación, que será celebrada por el obispo auxiliar Felipe Pulido, se transmitirá en vivo en inglés a las 10:00 a.m. a través de: https://www.sttheresecarmel.org/live-stream
Acompañemos a los nuevos diáconos, en persona o en línea, mientras celebramos esta alegre ocasión en nuestra diócesis. Entre los diáconos se encuentran dos latinos:
José Ramon García
Parroquia de Santa María, Escondido
En 2007, José Ramón García asistió a un retiro de Encuentro Matrimonial junto a su esposa, Lucía.
Esa experiencia les brindó “una forma diferente de vivir la vida, caminando al lado de Dios”, contó García, de 57 años, quien posteriormente se integró al ministerio de Encuentro Matrimonial.
“Pensé que, con la ayuda de Dios, podía ser útil para preparar matrimonios de una manera más espiritual”.
Durante su servicio en este ministerio, varias personas comenzaron a sugerirle que considerara la vocación al diaconado.
Comenzó su formación diaconal en 2021. En 2023, enfrentó la dolorosa pérdida de uno de sus hijos, quien tenía apenas 28 años.
“Solo fue por la gracia de Dios,” expresó, “que pudimos continuar con el proceso”.
Entre sus aspiraciones como diácono ordenado está colaborar en la preparación matrimonial.
“La familia es la Iglesia doméstica,” afirmó. “Y en nuestros tiempos, siento que necesitamos matrimonios más fuertes, para que el amor de Dios se refleje en relaciones duraderas, y para que los hijos e hijas de esos matrimonios también deseen formar familias sólidas”.
José y Lucía García han estado casados durante 32 años y son miembros de la Parroquia de Santa María en Escondido. Tienen tres hijos, uno de ellos fallecido.
Miguel Madera
Parroquia de San Esteban, Valley Center
Un diácono de la parroquia de Miguel Madera le preguntó por qué no consideraba convertirse en diácono.
“A partir de ese momento se plantó una semilla y, más adelante, el sacerdote también me animó”, recordó Madera, de 54 años.
Pasaron tres años desde aquella primera pregunta hasta que ingresó al programa de formación.
“Me sentía un poco desanimado en ese entonces, porque nunca pensé en involucrarme tanto en la Iglesia. Para mí, era algo muy nuevo: un nuevo camino hacia el servicio”, compartió Madera, quien ha sido voluntario en el proceso de Iniciación Cristiana de Adultos, ha impartido clases de preparación bautismal y ha llevado la Eucaristía a los enfermos.
Esos ministerios lo llevaron “a sentir el llamado al diaconado”.
Al reflexionar sobre su experiencia en la formación, Madera expresó que le ayudó enormemente contar con un guía espiritual y vivir los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.
“Sé que no será fácil”, dijo, “pero al final, es un servicio a Dios, a través de la Iglesia y para la gloria de Dios”.
Miguel y Juana Madera han estado casados durante 31 años y tienen cuatro hijos. Él ha sido miembro de la Parroquia de San Esteban, en Valley Center, durante 33 años.