SAN DIEGO — La diócesis se prepara para recibir a tres nuevos sacerdotes.
Los diáconos transitorios Brian Frulla, Anthony Jiménez y Jesse López serán ordenados sacerdotes por el obispo auxiliar Ramón Bejarano durante una Misa de ordenación que se llevará a cabo el sábado 14 de junio, a las 10 de la mañana, en la Iglesia de Santa Teresa de Carmel.
La ordenación será transmitida en vivo a través de sdcatholic.org/ordination2025.
A partir del 1 de julio, los nuevos presbíteros iniciarán sus primeras asignaciones como vicarios parroquiales: Frulla en la Parroquia de Santa Teresa, en Del Cerro; Jiménez en la Parroquia de San Juan de la Cruz, en Lemon Grove; y López en la Parroquia de San Marcos, en la ciudad del mismo nombre.
Diácono Brian Frulla
“Estoy extremadamente emocionado y también muy nervioso, porque es un regalo inmenso y a la vez una gran responsabilidad», dijo el diácono Frulla, de 28 años, al reflexionar sobre su próxima ordenación.
Originario de Escondido y miembro de la Parroquia Resurrección, comentó que la “primera semilla” de su vocación sacerdotal se plantó cuando tenía 15 años. Recordó haber tenido “una experiencia profunda con la Eucaristía durante un retiro de confirmación” y, al día siguiente, uno de los acompañantes le preguntó si alguna vez había considerado ser sacerdote.
“Ese llamado quedó dormido hasta mi último año de universidad”, dijo el diácono Frulla, quien estudió Ingeniería Química en la Universidad de California, San Diego. “Recibí una gracia especial que me llevó a querer ir a Misa y al oratorio con el Santísimo todos los días durante un mes completo. Al final de ese mes, sentí que Dios me llamaba al seminario”.
“Espero con alegría el ser invitado a compartir tantos momentos en la vida de las personas”, añadió. “Los sacramentos tocan el nacimiento, la muerte y todo lo que hay entre medio. Me honra poder estar presente tanto en lo profundo como en lo cotidiano de ese ‘entre medio’”.
Diácono Anthony Jiménez
“Estoy muy feliz. Siento una profunda paz y alegría al saber que Dios me ha traído hasta aquí. También tengo mucha esperanza”, expresó el diácono Jiménez, de 43 años.
Originario de La Mesa, fue miembro de la Parroquia de San Martín de Tours, donde asistió a la academia del mismo nombre y posteriormente a la preparatoria de la Universidad de San Diego, hoy continuada por la Cathedral Catholic High School.
Siempre estuvo activo en la vida parroquial, primero como monaguillo y mas adelante como lector y ministro extraordinario de la Sagrada Comunión.
Al reflexionar sobre el sacerdocio, explicó que para él se trata de “caminar con los demás en su camino de vida”.
“Consiste en compartir la Buena Nueva de que Dios está con nosotros y nos invita a vivir en Él”, dijo. “Vivir y compartir esta realidad es motivo de gran alegría”.
“Espero poder entrar en la vida de las personas, estén donde estén en su camino de fe”, agregó, “y acompañarlas en el trayecto”.
Diácono Jesse López
Originario de Illinois, el diácono López estudió en la Universidad de San Diego. En 2017 se convirtió en feligrés de la Parroquia La Inmaculada, ubicada en el campus de USD.
El diácono López, de 44 años, dijo que “siempre pensó” que su futuro incluiría una familia, una carrera y una casa propia. “Ese era exactamente el camino por el que me estaba dirigiendo”, comentó.
“Tomé un camino mucho más largo y sinuoso que la mayoría de los hombres que disciernen el sacerdocio”, explicó. Pero a lo largo del camino, reconoció que había “un vacío en mi vida”.
“Como todos sabemos, cada vez se vuelve más difícil llenar un vacío que solo puede ser llenado por Dios”, afirmó.
Para el diácono López, lo que hizo atractivo al sacerdocio fue la promesa de “un propósito que da lugar a una vida llena de significado y valor más allá de mí mismo”.
“A través del ejemplo y del servicio, espero encarnar el amor y la misericordia de Cristo, y ser un puente para que otros se acerquen a Él”, concluyó.