Por Norma De La Vega
SAN DIEGO — Detrás de cada deportación hay un trauma familiar que pocos conocen.
Hay muchos niños vulnerables que están viviendo sin hogar, pasan hambre y sufren el trauma de haber sido testigos del arresto de papá o mamá o incluso ambos en algunos casos.
Caridades Católicas, Diócesis de San Diego, está trabajando para ayudar a estas familias a través de varios servicios de emergencia, siguiendo su mandato evangélico de apoyar a los pobres y marginados, independientemente de su estatus legal, nacionalidad o incluso fe.
Se ha creado un Grupo de Trabajo para Niños (Children’s Task Force, en inglés) con el fin de ayudar a estas familias a prepararse para una posible detención o deportación y brindarles servicios de apoyo de emergencia después de que esto ocurra.
Estos servicios son posibles gracias a donaciones privadas y a la estrecha colaboración con pastores y parroquias de toda la diócesis.
Son una respuesta a la campaña masiva de deportaciones que lleva adelante el gobierno de Estados Unidos.
“No todos sabemos lo que está pasando en nuestra propia comunidad. Mucha gente no reconoce lo que está pasando aquí, como a la mejor no está en las noticias o en los medios sociales, pero hay muchos niños vulnerables en San Diego”, dijo Cassandra Castellanos, directora de Servicios para Refugiados e Inmigrantes de la organización, en una entrevista reciente.
Alejandra Luna, una de las trabajadoras sociales de la organización, ayuda a coordinar el apoyo a las familias.
Describió dos situaciones en los que Caridades Católicas ha ayudado a abatir el sufrimiento de las madres y sus niños en crisis.
Uno es el caso de una joven, en sus tempranos 20 años, madre de cuatro, entre ellos un bebé que necesitaba leche y pañales. El esposo, quien era el proveedor, fue arrestado por agentes de inmigración. Y se sabe que durante esa redada se llevaron a la mitad de la familia, entre ellos a la abuela de los niños.
El otro caso es el de una familia que vivía en un auto. Era una mamá con dos hijos, una niña de un año y medio y un niño de 5 años. A ellos se les proporcionó comida y se les instaló temporalmente en un hotel.
Luna dijo que el miedo que hay entre la comunidad dificulta la comunicación y hace más difícil llevar ayuda para los niños, por lo que los exhortó a confiar en su organización.
En febrero, el equipo de Servicios para Refugiados e Inmigrantes de la organización, que incluye una abogada, comenzó a difundir información mediante talleres, en coordinación con las parroquias. Informaron a los migrantes sobre sus derechos y cómo podrían responder ante
una posible redada de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Castellanos dijo que, durante las primeras pláticas informales con los inmigrantes a través de varias parroquias, encontraron que el mayor miedo de los padres era dejar a los hijos desprotegidos y perdidos en el laberinto oficial que el caos de la deportación podría suscitar.
El equipo empezó a conocer casos concretos de familias inmigrantes que lo habían perdido todo tras la deportación del principal proveedor de la familia. Conocieron casos de mujeres que no podían comprar comida para sus hijos y que habían perdido sus hogares. Escucharon casos de niños traumatizados al presenciar la detención, a veces violenta, de su madre o padre.
En junio, comenzaron presentaciones sobre preparación familiar, que incluyen la posibilidad de que los padres establezcan una tutela mediante un poder judicial (Power of Attorney, en inglés).
La tutela permite que un adulto, designado legalmente, cuide a los niños cuando los padres no puedan hacerlo. Así, el tutor legal podrá representar al niño en asunto escolares, médicos e incluso reportar algún incidente con la policía.
Más recientemente, el grupo de trabajo comenzó a ofrecer servicios de apoyo de emergencia a familias que repentinamente no pudieron cubrir sus necesidades básicas. Esto incluye proporcionar alimentos, suministros esenciales para bebés (leche de fórmula, pañales, etc.), alojamiento temporal en hoteles, tarjetas de gasolina, asistencia para alquileres temporales, pases para el trolley y autobuses, y servicios de consulta legal urgente.
Hasta mediados de octubre, el grupo de trabajo había brindado servicio de apoyo de emergencia a nueve familias, involucrando a un total de 19 niños, todos menores de 13 años, dijo Castellanos.
“Este es un momento difícil para las familias”, agregó, señalando que el miedo las ha llevado a aislarse.
La asistencia gratuita para establecer una tutela ahorra a las familias honorarios de abogado y notario público.
Explicó que la implementación del poder judicial requirió un trabajo previo que tomó mucho tiempo y que incluyó juntas con representantes de escuelas, hospitales, policías y otras organizaciones involucradas en el cuidado infantil, a fin de evitar al tutor legal problemas a futuro.
“Cada ciudad, cada estado tiene diferentes leyes, diferentes reglas, entonces antes de repartir está carta (poder judicial) queríamos asegurar que, por ejemplo, si la familia tiene a la hermana en la carta, esa persona no va a tener algún problema cuando lleve al niño a la escuela o al hospital o si tiene un asunto con la policía o el condado”.
Otro reto que se presentó fue explicar, en varias ocasiones a los padres inmigrantes, que no era posible designar como tutor legal a un familiar indocumentado porque esa persona también corre el riesgo de ser expulsado de los Estados Unidos.
Las familias migrantes interesadas en recibir servicios de emergencia pueden comunicarse con su parroquia o la organización directamente llamando al (619) 665-0645 o por correo electrónico a ctf@ccdsd.org. Se ofrece servicio bilingüe.
Asistencia de Emergencia Disponible
Caridades Católicas brinda asistencia de emergencia bilingüe a familias vulnerables que enfrentan una posible deportación o se encuentran en crisis tras una deportación. Las familias interesadas en recibir esta asistencia pueden comunicarse con su parroquia o
directamente con la organización llamando al (619) 665-0645 o por correo electrónico a ctf@ccdsd.org.
Caridades Católicas acepta donaciones para brindar esta asistencia a través de su Campaña Mateo 25.








