Obispo Auxiliar Pham: Gran Amigo de la Comunidad

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SAN DIEGO— Uno de los dos hombres que recientemente fueron nombrados obispos auxiliares de San Diego es ya una cara familiar dentro de nuestra diócesis.
El padre Michael Pham, fue ordenado al sacerdocio por la Diócesis de San Diego en 1999, y a lo largo de sus años de ministerio se le han encomendado puestos de creciente responsabilidad, desde párroco hasta vicario para comunidades étnicas e interculturales, así como vicario general. Este último le dio autoridad para actuar como representante del obispo en asuntos de la administración diocesana.
El 6 de junio, el Papa Francisco anunció los nombramientos de los obispos electos Pham y Pulido y el cardenal Robert W. McElroy presentó a los dos hombres al personal del Centro Pastoral diocesano, permitiéndoles a cada uno de ellos compartir su historia brevemente.
El padre Pham, de 56 años, expresó profunda alegría al ser nombrado obispo auxiliar, y dijo que ese “era un día maravilloso”.
“Estoy tan agradecido por las bendiciones que Dios me ha otorgado”, comentó. “Espero compartir lo que tengo con la diócesis y servir al pueblo de Dios”.
Nacido en Da Nang, Vietnam, el obispo electo Pham y su familia vivieron muchos desafíos y dificultades durante la Guerra de Vietnam, y posteriormente como refugiados.
En 1975, cuando tenía tan solo ocho años, su familia abordó una barcaza de arroz para huir del avance del ejército de Vietnam del Norte. Pasaron varios días en el mar, sin comida ni agua potable. Experimentó un terrible mareo y vio muchos cuerpos en el suelo de la barcaza.
“Pensé que estaban durmiendo”, dijo, “pero luego me di cuenta de que estaban muertos”.
Considera que fue “un momento de gracia” el hecho de que su familia completa haya llegado sana y salva a su destino.
En 1980, él viajó a Malasia junto con su hermana mayor y su hermano menor a bordo de una aglomerada embarcación con 119 pasajeros. Compartió que durante los cuatro días y tres noches que pasaron en el mar, el barco fue perseguido por las autoridades del gobierno comunista, golpeado por enormes olas, e incluso abordado por piratas.
De alguna forma, sobrevivieron.
Él, su hermana mayor y su hermano menor vivieron en un campo de refugiados en Malasia durante unos siete meses antes de ser patrocinados por una familia estadounidense y reubicados en Blue Earth, Minnesota en 1981. Meses más tarde se les unió otra hermana, y en 1983 llegaron sus otros cuatro hermanos y sus padres.
La familia Pham se mudó a San Diego en 1985, atraídos por el clima cálido que habían experimentado en una visita a familiares.
El obispo electo Pham es egresado de San Diego High School y San Diego State University, donde obtuvo un título profesional en Ingeniería.
Después de graduarse y comenzar una carrera como ingeniero aeroespacial, sintió “una especie de vacío”, como si “faltara algo” en su vida. Sin embargo, experimentaba alegría y paz como catequista voluntario en su parroquia, El Buen Pastor en Mira Mesa.
A pesar de que comenzó a sentir el llamado al sacerdocio, pospuso su ingreso al seminario porque sus padres inicialmente no apoyaron esa idea. Eventualmente, supo que tenía que explorar esa vocación.
Comenzó su formación sacerdotal en el Centro San Francisco, localizado en el campus de la Universidad de San Diego, y fue ordenado al sacerdocio el 25 de junio de 1999.
Ha sido párroco asociado en la Parroquia St. Mary Star of the Sea en Oceanside, director de vocaciones diocesanas, párroco de la Iglesia de la Sagrada Familia en Linda Vista y de la Parroquia de Santa Teresa en Del Cerro y, desde 2016 a la fecha párroco de la parroquia El Buen Pastor.
Cuando fue nombrado vicario de comunidades étnicas en 2017, el padre Pham dijo, “lo primero que se me vino a la mente fue la idea de reunir a personas de todas las culturas para celebrar Pentecostés”.
El resultado fue la Misa de Pentecostés Para Todos los Pueblos, una celebración Eucarística multilingüe y un festival de comida étnica, la cual reunió alrededor de 1,500 personas el primer año ek 2018. El evento se ha convertido en una tradición anual. Este año alrededor de 2,300 personas asistieron al evento, el cual se realizó el 27 de mayo en San Diego Miramar College.
Narciso Guzmán, un líder antiguo de la Comisión de Habla Hispana, comentó que no le sorprendió la noticia, ya que “al poco tiempo de haberlo conocido y estar sirviendo con él le dije ‘usted va a ser obispo’ y aquí estamos ahora, esperando el gran día.
“Desde el inicio sentimos su deseo de apoyar a la comunidad hispana. Además, sus ganas de aprender español y su apoyo en todas las actividades nos han motivado para que continuemos trabajando en nuestra misión de unir a las comunidades parroquiales y grupos dentro de la Iglesia”.

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