Lo Que el Viento (y la Lluvia) se Llevó

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SAN DIEGO — La Iglesia de Cristo Rey ya no tiene campanario, las recientes tormentas aceleraron su deterioro y tuvo que ser demolido.
Un miembro del personal alertó al párroco, padre Tommie “T.J.” Jennings, a principios de diciembre sobre un acontecimiento preocupante en la parroquia: La cúpula en lo alto del campanario de 60 pies se inclinaba notablemente en la iglesia de 75 años. Hoy en día, los hispanos tienen una gran presencia en dicha parroquia, que en décadas pasadas fue hogar a una fuerte comunidad afro-americana.
El 27 de diciembre, la empresa Grace Builders, Inc. inspeccionó el daño y determinó que la cúpula estaba unas cuatro pulgadas fuera de la plomada. Otra inspección, realizada el 6 de enero, reveló que el problema no se limitaba solo a la cúpula; el campanario entero ya no tenía reparación.
“Subieron y me trajeron un pedazo de madera que se desboronó en mis manos”, aseguró el sacerdote.
Por lo que, del 4 de enero al 3 de febrero, una cinta amarilla de precaución restringió el acceso a gran parte del área alrededor de la torre.
Para seguridad de los feligreses, todas las Misas de la parroquia fueron reubicadas, comenzando el 5 de enero. La Misa Dominical de las 8:30 a.m. y las Misas entre semana se trasladaron al salón parroquial, mientras que la Misa Dominical en español se celebró en el estacionamiento bajo carpas, puesto que es la que tiene mayor concurrencia. La iglesia reabrió sus puertas a los parroquianos el 4 de febrero.
El 26 y 27 de enero se desvió el tráfico en la calle 32, entre Commercial Street e Imperial Avenue, para retirar la cúpula, que se desmontó el 27 de enero con una grúa y una plataforma elevadora y se demolió cuatro días después.
“Había personas con lágrimas en los ojos cuando retiraron la cúpula, porque es gran parte de la identidad de esta zona y esta iglesia”, comentó el padre Jennings, quien compartió que, por suerte, se pudo salvar la cruz.
El resto del campanario fue demolido entre el 31 de enero y el 2 de febrero.
El costo total, desde la inspección inicial de la cúpula hasta la eliminación de los escombros, se espera que sea alrededor de 48 mil dólares.
La Parroquia de Cristo Rey planea lanzar una campaña para reunir fondos tan pronto como sea posible para con ello poder financiar la construcción de un nuevo campanario; a la vez que continúa recaudando dinero para pagar la demolición.
El padre Jennings dijo que según algunos presupuestos que han recibido, el costo del campanario nuevo sería superior a los 100 mil dólares.
“La gente ha sido muy generosa en esta primera parte”, comentó, refiriéndose a la demolición de la antigua torre. “Con suerte, cuando comencemos la Fase 2, serán aún más generosos”.
Además de la construcción del nuevo campanario, la Fase 2 incluirá reparaciones en el exterior del edificio de la oficina, el piso del salón parroquial y el patio, así como una remodelación de los baños.
En el sitio web de la parroquia, ctksandiego.org, ahora se encuentra una opción para donar directamente a la “Reconstrucción del Campanario”.
Problemas como el posible derribo del campanario de una parroquia son “cosas de las que no se habla en el seminario”, dijo el padre Jennings, manteniendo su sentido del humor. Entre risas recordó que antes de la demolición había invitado al cardenal Robert W. McElroy a visitar “La Torre Inclinada de Cristo Rey,” bromeando sobre que era “la octava maravilla del mundo” y que cobraría $10 la entrada.

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